miércoles, 25 de febrero de 2009

Colapso en vacaciones, part. III y final. - Miedo

Tomo fotos muchas fotos, llevo mi libreta de notas para todas partes y no es mucho lo que anoto en ella. Las paginas están vacías, pero aun me comunico con mi yo interior, lo unico que me escucha y me responde, de las mejores maneras. Asi mismo es como llego a mis crisis, y formo los muchos nudos que se alojan en mi garganta.
Pasan los dias, y cada vez son menos, menos de vacaciones, menos para la oblación , la moral, las buenas costumbres. Y me voy dando cuenta de cosas que son y de cosas que no son, la gente que desapareció apareció, y la que estaba se fue. Creo que son muchas cosas para tan poquito, y como que todo esa carga pesa mas y mas, para donde tengo que llegar a un lugar y empezar de cero. Un lugar mas donde voy a pasar a ser una mujer-niña-joven mas, mirada en menos, mirada en mas, no mirada. Que es tanto lo que voy a perder o lo que voy a ganar?. Me dan miedo las cosas con las que no se como voy a reaccionar, me siento tan ajena al mundo real, o al mundo irreal, algo surreal, algo mágico, un realismo magico eterno.
Hoy decidí salir de mi casa, fuera cual fuera la manera, o fuese cual fuese el motivo, tenia que salir, pero no sola, no me quería sentir mas sola de lo que me estoy sintiendo. Como pedazos de un mosaico, que con los años el tiempo desgasta, se pierden las piezas, se rompen, pierden su color, y no es mucho lo que va quedando. Trato de olvidar los malos ratos, olvidar mis penas, olvidar lo que está pasando, pero tengo una cuerda atada a mi pie, unida a una estaca de madera enterrada, no me deja ir muy lejos. Trato incluso de olvidar a la gente, a veces resulta facil, es cosa de bloquear algunos datos de tu memoria. Creo que ya soy experta en eso, pero no es algo de lo que me sienta orgullosa. Todo pasa por algo, todo tiene un fin, todo tiene un orden, y ya no me desespero por obtener respuestas inmediatas. Pero no evita la pena, ni el "porque ahora...". Las pequeñas cosas me hacen mal, las grandes me marcan profundo, las feas, no las quiero ni imaginar, siento que me caigo a un pozo sin fondo. Pero me calma el que todo es por algo, y tiene que ser por algo mejor.
El miedo se controla, pero no se va. La pena nace, a veces se va, pero no muere. La felicidad, es un regalo, como la vida, tomadas de la mano.
Me tome un café, algo que no suelo hacer, cambié el pie de limón por una torta de manjar. Dibujé en la espuma del café una cara feliz, se iba al segundo de que la dibujaba, pero alcancé a tomarle una foto. Significa... lo que nunca quiero perder. Aunque la espuma del café la borre una y otra vez, ahi estaré yo con mi azúcar, endulzando mi vida, dibujando caritas, en las espumas de todos los cafés.

No hay comentarios: