viernes, 4 de diciembre de 2009

Brillo Opacado



Como un fantasma aferrado a su cuna. lo que queda de ella no es nada mas que su esencia, porque ella ya se ha ido, lejos, lejos se ha ido. Y el frío no la deja, la acompaña, y la abraza, congela en feto sus lágrimas, y aborta con malas caras y un par de arrugas todo lo que es su angustia. Mas su pena no la deja tranquila, le sigue los pasos, una sombra invisible que confunde hasta a la misma sombra. Esperanzas quedan, muy pocas quedan, secretamente ocultas en un baúl guardado en lo profundo, tan secretamente que ni ella lo sabe. Necesita un aire, un viento que le devuelva un respiro, ya que de su boca han salido todas sus exhalaciones envueltas de fuerza y ese ánimo que se convierten en esperanzas fallidas podridas y expiradas. Como un fantasma, ni si quiera de pie, se sostiene de lo Único que sobrenaturalmente lo mantiene, aunque sea una sombra, aunque sea como humo, aunque simplemente sea, pero es. Ya queda cada vez menos de lo que fue, y como un recuerdo de alguien ya muerto sus huellas parecen ser, parecen siquiera ya desfallecer. Le dicen: "¡hey queda poco!", pero ... ¿para que?.