martes, 30 de noviembre de 2010

Zorbas

Zorbas no llegó solo, llegó con dos gatos más (Dunia y Walin) donde él es el menor. Los tres llegaron en una caja de cartón una noche de verano, mi hermana en la vuelta de su viaje los encontró a un lado de la carretera.

Los tres hermanos son rayados, pero más que rayas tienen manchas aleopardadas. Los tres crecieron sanos, con distintas personalidades; Walin, el mayor, es el más regalón, siempre que se siente solo maúlla a todo pulmón, creció y tiene la boca grande, es un gran barítono, tiene una caja toraxica increíble que hace que pese demasiado. Dunia, la del medio, es la más ágil, aventurera, tanto o más que indiana Jones, es la más pequeña en tanto a tamaño, pero es delgada y corre muy rápido. Zorbas, es el último, era el más temeroso porque siempre le pasaban cosas, es muy torpe, le caían escobas, bolsas, libros encima, pero siempre fue el más gordo y dormilón.

Zorbas tiene una extraña obsesión por las cosas blancas. Las persigue, las caza, las muerde, las destruye, las busca y las vuelve a destruir. Es mañoso, y destaca ya que es el único diferente de los tres. Dunia y Walin son mellizos, y Zorbas es más oscuro y tiene patas y pecho blanco.

No acostumbra a cazar, pero si se trata de su sueño y hambre no lo piensa.

Los tres gatos crecieron rápido, por orden de nacimiento. Lo sabemos en la casa porque cuando llegaron, Walin era el más grande, Dunia la más despierta y Zorbas el más lento.

Walin creció primero, no se acostumbraba a su peso y su voz era más potente, a veces se asustaba de los ecos de sus maullidos.

Dunia creció después, se alargó, pero el cambio para ella fue fenomenal. Y Zorbas, Zorbas no se dio cuenta cuando creció, ni se si lo sabe, sólo se que lo recuerda cuando no cabe por la puerta.

lunes, 29 de noviembre de 2010

La historia de un gato gordo y del pájaro que devoró

Era tarde a eso de las 6pm, en un verano caluroso y pausado, las cosas en mi pieza parecian resplandecer y la luz del sol chocaba con el verde de los árboles de mi patio, ilumninando de verde también toda la habitación. En silencio mirando el cielo blanco, marcado con alguna que otra mancha negrusca media amarillenta también de cadáveres de zancudos aplastados por algún libro. Sólo se escuchaba el tic-tac del reloj. Me di vuelta a mirarlo, el colchón de la cama sonó, eran las 6 y treinta, y se integró el tranquilo ronroneo de Zorbas, mi gato rallado con el pecho y patas blancas, el gordo dormía debajo de la cama.
De repente una mancha negra choca a toda velocidad contra mi ventana, chocó una, dos, tres veces. Zorbas se despertó enojado por el ruido, levantó su enorme cuerpo levantandome a mi y a la cama también. Calmado en su enojo, el enorme gato salió debajo de la cama, se paró en dos patas, abrió sus fauces y devoró sin tener que cazar al pájaro negro. Luego de tragarse al plumifero, me miró con sus ojos de luna amarilla, bostezó y volvió a su lugar de siesta.
Volví a escuchar por un rato su ronroneo mezclado con el tic-tac, el sol se ponía y las manchas negras fueron reemplazadas por aquellas plumas que aun daban vueltas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Palabras rotas

Escucho palabras mudas, palabras sordas. Los días no dejan de pasar, los minutos se detienen en el atardecer fijo y un rayo de luz parte mi alma. Y es que no hay nada más que mirar que las huellas que van quedando en el camino.
Escucho una guitarra, me recuerda todo menos tu, esucho una voz a lo lejos, una lágrima se detiene en medio de mi cara, tiene miedo de caer. No queda otra, no queda más, las soluciones son cosas con nombre de solución, pero nunca fueron solución, nunca solucionaron nada, nunca solucionaron algo.
El ritmo cambia, los pasos se aceleran, no sabrás porqué corres, de qué te escapas, de quién te escondes. Las horas sólo pasan, y tu sentado ahi, pensando en cosas que no quieres pensar. Es inevitable tratar de evitar lo inevitable, pero lo inevitable no deja de ser inevitable.

Asi puedo estar en este minuto, queriendo llegar al fondo de la botella, perdiendome en las burbujas de la cerbeza, explotando en cada trago. Cerrar los ojos y caer.

canción para dos extraños

Palabras, señor usted sólo dice palabras
te llenas la boca con ellas, almuerzas y vomitas
plantas un show, que da frutos
espectáculos avanzados y conocidos
Me como tus palabras, me las trago

Pero una vez, ensuciamos nuestras bocas
con palabras falsas, con palabras verdaderas
un juego, un baile de lenguas
Un juego donde nadie entendía las reglas
nunca nadie las supo

Luego mostramos los dientes
las manos temblaban
cerrados puños
nublados ojos
y una oscuridad se asomó

Las nubes cubrieron el cielo
azul gris negro noche sin estrellas
nada que mirar
un café frío que tomar

El camino se hizo pesado
las pieles amarillas
abrigadas sin su abrigo
alejadas de lo nuestro
vivas en lo ajeno

Palabras, señor usted sólo dice palabras
te llenas la boca con ellas, almuerzas y vomitas
plantas un show, que da frutos
espectáculos avanzados y conocidos
Me como tus palabras, me las trago

No hay camino, no hay ruta
"Mañana será mejor"
aunque todo pasado fue mejor
no queda brillo ni color
huellas que marcan, que se ven

El tiempo sigue pasando
las manos se han soltado
ya no son centimetros los que separan
son metros de distancia
se muestran los dientes

Hoy es mañana
y nada sigue igual, nada es igual
mañana somos dos extraños
que extrañan olores y abrazos
juegos y bailes de lenguas

las manos en puño se sueltan
los cabellos crecen
los ojos brillan
y las lenguas buscan en otras bocas
el aroma que el juego sin reglas rompió.

Extraña el extraño
siente algo extraño el extraño
la extraña se siente extraña
ambos son dos extraños
esta es mi canción para los dos extraños.

martes, 2 de noviembre de 2010

Perpetua


Esa imagen es la que recuerdo
Un atardecer, el mar
tus brazos haciéndome volar
la confianza, el amor, la unión.

Tu fuerza, mi fragilidad
tu protección, mi alegría
Juntos, padre e hijo

Bajo un cielo que quiero alcanzar
Y que tu haces hasta lo imposible
para que así sea

Un atardecer, el mar
Tus brazos haciéndome volar
Juntos, Padre e hijo

Esa es la imagen que siempre quiero recordar.

El único camino

El mundo ha cambiado
lo siento en el agua
lo siento en la tierra
lo huelo en el aire

Mucho de lo que era
se ha perdido

El camino sigue y sigue
desde la puerta donde comenzó
y ahora el camino a lo lejos se extiende
y si es posible he de seguirlo

Muchos que viven merecen la muerte
Y algunos que mueren merecen la vida
¿Tu se las puedes dar?

No estés tan ansioso de repartir muerte y juicios
ni los más sabios pueden ver todos los finales

Sólo podemos decidir que hacer
con el tiempo que se nos da

Lo siento en mi corazón
me siento delgado, medio disperso
como mantequilla untada en demasiado pan

No estoy del lado de nadie
porque nadie está de mi lado

Ah! pero estás sola
Quén sabe que le habrás dicho a la oscuridad
en las vigilias amargas de la noche
cuando toda tu vida parece encogerse
las paredes de tu dormitorio cerrándose a tu alrededor
Una choza para contener a una bestia salvaje

Tan hermosa, tan fría
como una mañana de la primavera pálida
todavía aferrándose a la frialdad del invierno

Ningún padre deberia tener que enterrar a su hijo
Lamento que estos días aciagos sean los míos
Que yo viva para ver los ultimos días de mi casa.




(TLOTR)